Hoy conmemoramos con profundo orgullo la Batalla del 30 de Marzo de 1844, un hito en nuestra historia que reafirmó la determinación, el coraje y el amor por la patria de nuestros héroes.

En esta gloriosa jornada, los valientes dominicanos, bajo el liderazgo de José María Imbert y Fernando Valerio, enfrentaron con determinación a un ejército enemigo superior en número y armamento. Sin embargo, con inteligencia estratégica y un espíritu inquebrantable, lograron una victoria decisiva en la ciudad de Santiago, consolidando así la independencia proclamada el 27 de febrero de 1844.

Este día nos recuerda que la libertad no es un regalo, sino el resultado del sacrificio, la unidad y el esfuerzo de quienes estuvieron dispuestos a darlo todo por una nación soberana. Hoy, honramos su legado con responsabilidad, compromiso y amor por nuestra tierra.

Que el valor de aquellos patriotas siga inspirándonos a construir un país digno, fuerte y próspero.

¡Viva la República Dominicana! ¡Viva la independencia!